Noticias

Actualidad

Volver atrás
El fenómeno BYOD

19/02/2014

El fenómeno BYOD

El fenómeno BYOD

Hojeando la prensa de estos días encuentro una noticia donde se califica a los Juegos Olímpicos de invierno que se están celebrando actualmente en la localidad rusa de Sochi, como los de la hiperconectividad y de BYOD.

Para argumentar tal afirmación se detallan cifras de unos 120.000 dispositivos móviles conectados en un momento dado utilizando unos 2.000 puntos de acceso Wi-Fi y más de 30 canales de televisión en HD sobre protocolo IP (o IPTV) que permitirán a todos los actores y espectadores, incluidos los medios de comunicación, estar permanentemente conectados bien en las sedes o en las villas olímpicas mediante determinadas políticas de acceso automático a recursos de red.

Esta situación ya se había producido en menor medida en los anteriores Juegos Olímpicos celebrados en Londres en 2012 donde el Comité organizador autorizó a su personal a utilizar en el interior de las instalaciones todo tipo de tecnología móvil, como las tabletas o smartphones, siempre que se respetaran unas determinadas reglas de seguridad. Y se espera suceda algo parecido en la próxima Copa Mundial de fútbol a celebrar este verano en Brasil.

Esta noticia muestra claramente que la demanda de conectividad es una urgencia tecnológica de nuestra sociedad que obliga a la reconversión o reinvención de los actuales enfoques de redes si quieren responder a las necesidades de futuro, estimadas a corto plazo en millones de dispositivos interconectados utilizando simultáneamente aplicaciones y servicios, o a las demandas de los 1.300 millones de trabajadores móviles (el 37 por ciento de la fuerza laboral) que según IDC habrá el próximo año 2015 (Worldwide Mobile Worker Population 2011-2015 Forecast)

Pero sus redactores también utilizan estas noticias como medio de propagación de siglas, acrónimos y otros vocablos expresados de forma tan críptica que no suelen ser comprensibles para una gran parte de sus lectores. En este caso se hace referencia a BYOD, término muy conocido entre empresas y profesionales de las TIC, pero no tan accesible para otros; por esta razón utilizaré este post para en los siguientes párrafos tratar de presentar una aproximación al concepto y su evolución.

Por Bring Your Own Device (Trae tu propio dispositivo), o BYOD según su acrónimo en inglés, se conoce a un fenómeno en plena expansión en muchas compañías, normalmente en las pequeñas y medianas y en los cuadros medios y superiores, que favorece la utilización para usos profesionales de todo tipo de dispositivos personales móviles (como smartphones, tabletas, ordenadores portátiles, etc.) disminuyendo así el número de equipos que deben ponerse a disposición de los empleados.

Aunque el nacimiento de BYOD fue una consecuencia de la continua utilización en los lugares de trabajo de dispositivos personales a los que los empleados están más habituados, y además los han elegido ellos, las compañías pronto se dieron cuenta de que esta práctica, en caso de oficializarse, podría suponer una importante reducción de costes no solamente en el número de equipos sino también en la necesidad de actualizar los ya existentes.

Si bien su aplicación ha sido adoptada desde hace años por diversas compañías todavía hoy permanece abierto el debate entre partidarios y detractores, con grandes diferencias de opinión entre ellos, pues lo que en principio puede parecer algo tan sencillo como llevar un equipo personal al trabajo, de igual forma que se hace con el teletrabajo o el trabajo en casa, ha devenido en un tema complejo de difícil gestión en particular para los responsables de las TIC que se enfrentan a la necesidad de definir y adoptar políticas específicas, no experimentadas anteriormente.

Es evidente que BYOD proporciona indudables ventajas, como la mencionada reducción de costes, la rápida disponibilidad y el aumento de motivación y confianza por parte de los empleados al utilizar las herramientas que consideran más adecuadas para ellos, y consecuentemente una mayor eficiencia y productividad, sin olvidar que, al facilitar la movilidad, gracias a la cada día mayor capacidad de acceso a Internet y a la portabilidad de los dispositivos, se dispone de una notable flexibilidad en el trabajo.

No menos importantes son los inconvenientes, en primer lugar la seguridad; al proporcionar acceso a datos y aplicaciones desde terminales móviles, las empresas se exponen a pérdidas de información por fugas, interceptación, robo o extravío de los terminales, a lo cual debe añadirse el consiguiente peligro de que estos dispositivos se utilicen por atacantes como vectores de penetración y propagación de diversos tipos de ataques.

Existen otras desventajas a considerar como las referentes a la privacidad y a la conformidad o a la pertenencia de los datos almacenados en los terminales móviles, así como las políticas de integración de los dispositivos personales en la infraestructura de gestión y seguridad TIC de las empresas.

Con objeto de hacer frente a estas vulnerabilidades se han desarrollado herramientas como MDM (Mobile Device Management), de gestión de dispositivos móviles, que permiten a las empresas controlar este tipo de equipos que operan en su interior o MAM (Mobile Application Management), aplicaciones personalizadas para gestión de tales terminales que facilitan el acceso al correo electrónico, calendario y otras aplicaciones.

Pero la amplia diversidad y heterogeneidad de los dispositivos móviles, las carencias de las políticas de gestión establecidas por algunos departamentos TIC y los vacíos legales existentes son causas principales que evidencian las lagunas de estas soluciones que no son suficientes para hacer frente a las necesidades de seguridad, protección y control de las empresas.

El futuro de BYOD, si bien parece prometedor, es difícil de predecir o pronosticar. Algunos aseguran un crecimiento exponencial en los próximos años, en especial en los Estados Unidos, como anticipa Gatner asegurando que en 2017 más de la mitad de las empresas requerirán a sus empleados que lleven sus propios dispositivos al trabajo. Por el contrario otros consideran que los inconvenientes superan a las ventajas, sobre todo por la necesidad de implementar políticas muy restrictivas de gestión de dispositivos móviles en aras de garantizar la seguridad.

De hecho ya se están ofreciendo alternativas bien acogidas particularmente en Europa, como CYOD (Choose Your Own Device) por la que se ofrece a los empleados una lista de dispositivos de la compañía que pueden utilizar tanto personal como profesionalmente, o COPE (Corporate Owned, Personally Enabled) similar a la anterior pero manteniendo la compañía la propiedad del dispositivo.

Puede estimarse que BYOD crecerá en los próximos años pero su evolución dependerá de la búsqueda del equilibrio entre las ventajas económicas, profesionales y personales que conlleva y la necesidad de adoptar políticas específicas para su gestión que se ajusten no solamente a requisitos técnicos de integración y control de los dispositivos móviles sino también a los de legalidad, seguridad y protección tanto de las empresas como de sus empleados.

Esta entrada fue publicada originalmente en “El Blog de Fernando Davara

Volver atrás
[ssba-buttons]

Artículos relacionados

Artículos relacionados
Smart cities; la tecnología al servicio de la sociedad y la sostenibilidad

01/02/2013

Smart cities; la tecnología al servicio de la sociedad y la sostenibilidad

La semana pasada participé representando a la Fundación FUNCOAS (actualmente España Digital) en la reunión del Foro TIC para la ...

Smart cities; la tecnología al servicio de la sociedad y la sostenibilidad
Las redes sociales y la infancia: ¿uso o prohibición?

12/02/2013

Las redes sociales y la infancia: ¿uso o prohibición?

Cuando en 2006 decidimos inaugurar una sección de blogs de Tendencias 21 (www.tendencias21.net/conocimiento/) publiqué un post dedicado ...

Las redes sociales y la infancia: ¿uso o prohibición?